lunes, junio 01, 2009

Ansiedad




El peor de mis males y el mejor apetito de la felicidad. El engaño al miedo, donde el bien permanece voluntario de tanto mal y el mal siempre duerme en el pecho tanto bien.

Eres mi instante de un milagro mal pagado, de un dolor anónimamente dolido y de personajes desastrosos, eternos, para algún minuto creado. Extraño por conocer y muerto conocido, lector de cuántos remordimientos delineados hasta la mitad de su perfección.

Eres la duda de algún sueño que creó saciedades, las usó y devolvió a la vida. Mi espejo, que empapa las miserias de la soledad humana, como tú, el único amigo que se sienta a mi lado, que me desata las manos y me cierra los ojos,

Porque es demasiado el calor de la propia alma, porque es demasiado el corazón incontrolable que destroza todas nuestras virtudes por encontrarse, porque es demasiado nuestra falsa amistad, que llora por tantas heridas mediocres que sobrepasan la demencia (que se acuesta todos los días sin tratar de cambiar).

Eres la angustia de los domingos, el juramento de las madrugadas y la mala suerte del miedo, que se humedece de cenizas por tantos rostros suplicantes de leyendas.

Perfilas pesadillas por adornar, porque naces cuando todos los perdones no son suficientes y lo esperado fue lo menos recomendable; cuando lo imaginable se alejó de cualquier creencia común, pues te acomplejas por el infinito labio inferior resbalándose en la mordida del algún deseo por tanta separación.

Libre de toda sensación y preso de mi posesión. Querida ansiedad, eres mi necesidad.

sábado, enero 24, 2009

Música

El mejor morbo para el alma, donde la locura más imperfecta y el autismo más cruel danzan para un mismo futuro. Donde la profundidad se torna lisa ante los oídos desnudos y los ojos tan sublimes, que se empapan en un sólido secreto de la inmortalidad.


Donde el aire sueña contigo, y los cabellos, y el rostro… se tapan del mundo, para hablar una sola lengua indomable, la que observa las irrealidades mejor vividas que vuelan por donde las ilusiones se olvidan de ser esperanza.


La música es la máscara para salir del cuerpo, y la libertad como principio para expulsar los sentidos y escuchar el susurro de la vida, las palabras que se destrozan por esta musa del amor. Es donde el silencio encara a la ficción, y el riesgo de la diferencia te envuelve en aquél anónimo, como tu mejor ilusión.


Supongo que hueles a tiempo que trae la primavera, vuelve y regresa como el olor de madera, trae a la tarde que entibia los minutos de cualquier repetición. Música, pronunciarte me eleva hasta tu invierno, tu aliento, tu voz, tu respiro, me deja sin presente, me desaparece del recuerdo.


Tu vida hace aventurar las coincidencias más utópicas, devuelves la vida a cualquier ahogado deseo y memoria prohibida. Música, estremeces a las piedras como tu mejor elixir para el corazón. Te dedican las tardes, los sacrificios y las prudencias… tan suyas, que todo lo demás juega a no existir por accidente y los sentidos quedan abandonados una ves más.


Déjame adorarte como la mensajera de todos los pensamientos que muerden a las sombras y que tiemblan al acercarse más a tu pecho y dejarse dormir, y cuando lo hacen, viajas a aquella ventana verde, siempre abierta para oír a tu lado lo que cantan los años.


Música, desbaratada y desordenada cuando sonríes con cierto pecado, cuanto antojas al cansancio como un camino dividido y nocturno. Música, deberían de hacerte un monumento porque vives más que cualquiera y tu infinita creación confunde hasta Dios...

martes, noviembre 18, 2008

La cita




Mentir hasta que se pruebe lo contrario. Perfumarse entre la piel, como una promesa en las manos para desear un rescate ajeno de pasado.
Ser voluntario del olvido.
Empujar un agrado de bolsillo, donde la sonrisa es el mejor defecto que se prepara en el camino. Jugar a ser desconocidos para no reflejar el daño de la historia palpitante, de los besos grabados por las venas de tantos sueños pasados escritos por el alma.
Dibujarte en conversaciones débiles, complementarias de cuentos tan ajenos como propios, de sonrisas grandes y de corazones fabricados para mundos diferentes. Las palabras flotan descalzas mientras se destruyen mis ojos para ti, pues la mirada se vio amarrada al placer de toda esperanza envuelta en sus alas sin saber volar.



Los nervios empapan la más clásica identidad y la tensión del ser hiela el dolor de cualquier lluvia. Prefiero hablar poco y acercarme más, ahí nomás, lo suficiente para no tropezarme con la ansiedad de la magia, la que me hace invisible mientas me quedo a tu lado. Proteger lo necesario para creer lo suficiente, así se puede esconder entre la decencia, censurada ante cualquier roce del extraño.
Extraño, pues tus errores resumidos en ficciones tan bien hechas te convierten en el anónimo mas conocido. La noche se hizo corta y los abrazos eternos, se entristecieron los besos, vistos por última vez en alguna puerta del corazón, quemada por los extremos y desnuda por el centro. Se prohíbe besar, para no creer en el destino como la primera persona de nuestra calle.




Imposible escuchar, el estruendo del corazón hace ensordecer hasta el pecado más absurdo por probar de nuestra historia sin pasado. No quiero recuerdos, prefiero creer en la pareja perfecta para el alma que arruina la vida del amor. Prefiero creer en la ausencia de verdad, en el lenguaje que en ese momento reconocimos, en mis manos congeladas y en tantos cafés desesperados.
El tiempo, por vergüenza, se ocultó en la esquina más sola y el miedo, cansado del espejo, se negó a desaparecer de la lealtad de nuestros pies abandonados por detrás.
Sólo dime si nos volveremos a encontrar, si algún día escaparías hacia mí, para hacer innecesarios tantos fundamentos y vivir, tú en mi cuento y yo en el tuyo.

miércoles, julio 30, 2008

Querida muerte:

Esclava del soldado fanático por confundir la razón.
Dejas pasar los sonidos sedientos de inocencia
Y distraes las mejores lágrimas de causas supuestas por amor
Duermes para unir los anillos y separar eternidades, pues
Te avergüenzan las sombras de los que gritan,
De los que huyen, de los que creen
Madre de todos y novia de nadie
Llenas de respiro cada aurora que olvidas con tu voz enamorada
Tu espalda roza las huellas de la vida y
La llevas por tu deseo carnal de las celebraciones de tu peor fiesta
Esa, que gobierna las visiones sin futuro,
Sin prisa ni calma.
Tu arma es la felicidad y tu fuerza, destruirla
O perseguir tantas coronaciones de fe junto con
La cansada conciencia
Encerrada en paredes sin ruido
Por silencios sin suerte
Conoces las sonrisas más avergonzadas y las derrotas mas esperadas
Que guían dolores estallados de pretextos que nunca comenzaron, que nunca
Terminaron, solo consolaron heridas de cualquier adiós
Sin destino ni interior,
Solo la terrible excusa de una historia,
Intrusa
Del camino que eligió el destino para estar vivo, en cuerpo y alma
En alma y cuerpo,
Más que nada, conocerla toda, de media cara
De olvidos, de bautizos al sol y los acuerdos de luna
Entre barrotes encierras el espacio de tu aorta y hasta los huesos
De tu íntima esperanza, enemiga de tantos horizontes destruidos
Y de la sordera más escuchada de la vida
Entre otras peripecias enredadas en súplicas
Súplicas, ruegos, deseos
El buen humor del sufrimiento
Es tu mejor función
De rodillas siempre los viernes
La sensación de verte sola, arrinconada, con el honorable acto del después
Tan tuyo como mío
Querida muerte
Llévate el beso más humano y peca por tu alma
Que estas en el sitio que no debes


sábado, julio 19, 2008

Se busca



Someone,
Que sea recordable para el resto de vidas

Que le guste correr al lado mas asustado de la vida y finja ser parte de su collar, de esas perlas que ruedan por los años que inventemos, donde el prólogo termina en rutina, que va resumiendo el dibujo para tantos futuros, los nuestros.
No conocerlo y ser la dueña de su cuento (donde se descubre mientras mas se miente) y enredar inviernos, sobre todo los que saben a estrellas, que juegan a pertenecernos toda la vida, escritas por las mejores analogías de los sueños; y ser negras, dulces y eternas.

Que sus labios sepan a pasado para que robe mis besos, esos, donde él rellena las fallas del tiempo con tapones de nostalgia y se burla por todo lo que le debemos a las tardes.
Que sepa escribir la confianza sobre tantas conformidades placenteras del perdón. Además, que recorte servilletas de tantos amores de papel, de esos que se usan para tercerizar el dolor y madurar al amor.
Que use su voz para susurrar al viento la manera en que debe apartar a todas las mañanas para despeinar nuestros cabellos y reunir a las noches para que vuelen los ojos y engañen a los pies.



Que rasgue el pasado, como un verso de cualquier leyenda ególatra
Que no crea en los recuerdos, una promesa a la distancia tan difícil de olvidar.
Que camine con los celos cuando distraen al corazón y que sonría murmurando principios jurados en secreto, para aburrir a la costumbre.
Que crea en mi imposible como mejor puerta para perderse en la entrada, que no tenga miedo en agarrar mi mano.
Ycuando se agote la mentira encerrada en el tiempo, que mienta conmigo, pues el silencio entretiene hasta el más olvidado suspiro y preocupa hasta la peor tradición.
Que sepa mirarme de día, como un recuerdo de la mejor sobriedad del alma
Que viva el quinto de su vida que hace falta para completar la mía
Que no exista, para que pueda buscarlo, pues dios ha perdido la inspiración, pero juntos, nos deja hacer el resto.

martes, marzo 25, 2008

YO


Distraigo a las noches para robar estrellas, colecciono sus latidos de algún recuerdo que camina entre derrotas.
Me escondo de la vida, para jugar con sus jamases, desgarrar sus mandamientos y, de esta manera, crear los míos, llenos de mal intensiones, vinos y sueños.
Segura que en otra vida fui un sueño de nadie, pues trato de no salir de ellos. Huyo en mi mundo donde se intercambia confianza por olvidos.
Me disfrazo de silencio cuando encuentro sonrisas (las personas deberían alejarse de los abrazos con manos frías y dejar que el viento dibuje mas sonrisas, fundamentales para el perfume de tantas espinas).
Regreso cuando no debo y perdono cuando no puedo, juego con verbos cuando no saben que decir ante el sentimiento.
Vivo hoy, mañana es un juego de sobras cuando la libertad no tiene más que hablar y lo sueños más que soñar.
Mi burla es fundamental para tantos índices necesarios para una sociedad eternamente aburrida, un vicio que engaña felicidades y creen en sus falsos respiros, cuando el prejuicio mejor usado es su locura infinitamente torpe, llena de siempres, de dimes y de las infaltables pérdidas inventadas.
Invento amores, para aprovechar el buenhumor de la confianza y ser, preferiblemente, amiga de la ilusión.
Arrepentirse no está en mi mandamiento, pero sí en mi diccionario.
Los límites dependen del juramento del ayer y de las habitaciones sobrecargadas de lágrimas. No tengo límites, no me enorgullece, pero no me evita dejar de abrazar las promesas.
Trato de ser más imperfecta que el resto, busco a nadie, pero adoro repetir lo inevitable para perderte y el resto, que se encargue el silencio y de cuando en cuando el tiempo.
Desordenada hasta para el olvido, no me gusta el rencor, tengo tan pocos desvelos que me fastidia el simple hecho de pensar en el error.
Aprendo en mi mundo para que corra conmigo al tuyo y aprenda aún más que las monótonas puertas cerradas, cielos nublados y estrellas borradas.
Los besos solo son besos, ellos van y vienen y no tienen tiempo para andar preocupados por los asustados desasosiegos y el poco autismo del deseo que trata de oler siempre a canela.
Independiente cuando no quiero, dependiente cuando un abrazo sabe mejor si es de tu sangre.
No me aburro, prefiero temblar.
Tengo miedos, varios, pero los tapo con el sol, para que se olviden de ser sombras.
Libre, siempre que pueda y cuando no, miento.


jueves, febrero 21, 2008

Nuevo discurso, esta vez… el de una serpiente admirando el movimiento eterno de su víctima sobre las hojas


No quiero justicia, ni manos que trencen los desfiles de la escoria. Quiero ser eternamente reemplazado por los beneficios del infierno para que, con lápiz en mano, me perfume de bienvenida y la víctima pueda confiar en la temporada de los abrazos y entonces, tenerla bajo la luna, admirarla mientras estreno su inocencia (y confieso que hace desviar todas las estrellas, pues huyen debajo de la marea y me dejen infinitamente oscuro) y siento el tímido pulso de todos los segundos que gritan migajas de corazones helados, y yo… sin brazos para darte el mundo mientras anhelas tu efímero canto de felicidad.

Te quiero en desorden, sin sospechar algún acuerdo del miedo, algún doblez de altezas que cambian mi momento por el sello de un coraje. Te veo ahí, soplando cristales de libertad, revolcándote para siempre con las hojas, (aprendices de los tropiezos y mentiras de los árboles). Es ahí, donde imagino acariciarte como la perfecta corriente del cielo al atardecer, que lucha lo irreal para grabarse hasta el alma, y maldiciendo tu ternura infinita que bordea mi locura, llenándola de lágrimas.

Y yo, lejos de ti, esperándote, hombre que corre del abandono, que busca los años para olvidar el presente, que se inmortaliza de las limosnas de la muerte y vive al otro lado de la calle. Calle donde tú corres de la humillada felicidad y te entregas a mí, sin querer, pero esperanzado por nuestro lado más ecuánime del cielo.

Tú, que te enredas de polvo con mi veneno, donde la ignorancia de dios engaña tu bondad y me la paga por medio del galanteo entre tus ojos y los míos, invisible a tu alma ( y más aún, a tu carne).

jueves, enero 31, 2008

Imagínanos juntos










Juntos, el mundo camina mejor,
sobre un lápiz que dibuja recuerdos,
y pinta tantas voces que buscan escondites perseguidos por amor.







Imagínanos,
empapados en gardenias,
abrazando sonrisas y
abrigando la sola túnica de todas nuestras risas inventadas.








Juntos, la música reclama su mejor composición
y las personas se confunden con ángeles… y nos miran…
y todo parece previsto,
menos el contagio del instante de vivir
y el amor guardado por tremenda inmunidad de la suerte.

Imagínanos,
perdidos en la identidad del cotidiano amanecer,
amantes de tanto dolor, de tantos suspiros y tanto amor.
Juntos, la mortalidad del cortejo nos conmueve
y se desliza por la segunda copa de felicidad.

Nuestras miradas forman historias para toda la vida
y la necesidad del tú y yo golpea aún más al amor
y lo entierra de envidia,
pues nos enloquece el juego de caer en la rutina de los besos
y en los ánimos de sustituir cuantas lágrimas
por la tinta eterna de la sensualidad.

Imagínanos siempre,
caminando sobre los desórdenes de la soledad,
perdidos en el horizonte de los sueños,
y soñarnos juntos,
dependiendo del silencio, como único aprendiz del corazón.
Y recaer en el amor, como un mejor principio para olvidar.
Y sobretodo, imagínanos juntos.

martes, diciembre 25, 2007

E q u i v o c a te


Equivócate al decirme lo poco que hablas
cuando juegas con los aretes de tanta noche que has colgado en las orejas.
Equivócate sin pausa
y barre todos los días que pasaron asaltando las sábanas,
rodeando la lupa de tus mejillas
cuando rozan con el polvo del amor que paso.
Equivócate siempre,
cuando tus pies aplastan al corazón,
y duele que duele,
hasta los celos olvidados y los olvidos perdidos.
Equivócate al mentirme,
para agarrar tu mano y engañar a todos los amores hasta las rodillas
que fingen quererse sobre sus huesos.
Equivócate al perderme,
para comprarle a la tarde la vanidad muda con el adiós,
y el saludo de la eterna despedida,
la que se lleva los retratos, los interroga y embarga,
y sospecha hasta de los zapatos por los que se vuela a la esquina,
y el resto se sueña.
Equivócate al dormir,
para hablar con el placer suficiente de tus dosis de lágrimas, irremplazables.
Equivócate conmigo,
para enamorar al error de nadie
y caminar sin mirar hacia adelante.
Y conmigo más…,
para aparentar escribir los besos sobre este papel que oculta el frío
y rueda por tantas calles,
para recordar las vidas.
Equivócate,
en un pasado envuelto de silencio,
para que regreses conmigo,
hoy.

jueves, agosto 30, 2007

Carta del corazón, pues no conseguía volver a latir

Te vi… y tuve que dejar de latir para siempre, pues cada segundo doblegaba a la muerte entre tantas espadas como arcos para que ataquen directo al reemplazo de la felicidad. Tuve que dejar de latir indefinidamente, hasta sostenerme por la maquina incomplexa de abrazos, que utilizan este “boom” para sonreir a la sangre que navega sin preguntar por toda mi alma, en esencia, pues se entrego a tu boca, a tu nariz, a tus ojos, dejándola sin aliento, y bañándola de sudor, pobre, tan tímida y nerviosa que no tiene donde esconderse.





Te imaginé distinto..., no es que no te pueda ver, pero puedo sentir… tan erróneo para distraer nuestro pecado, sensual, para envolvernos con la manta del infierno, que nos hace creer que el fuego utiliza nuestra pasión para hacerla invisible mientras nos rozamos con el cielo, mientras yo lato y tú te cubres.

Te vi soltándome, como cuando galopabas hasta lo azul para rozar los bordes de la luna, y acariciabas la ansiedad con la que cuidas tus manos, para no rozar con las mías… manos, venas, todo se torna eternamente simple cuando dibujamos el juego principal de ellas, tantas velas, tantas cortinas y tanta ausencia.




Te vi, recogiendo las migas del sol y envenenando ese brillo de arco iris que inunda y rellena todo el espacio que sobra entre tu piel y se interpone entre de mi puerta, abierta y enramada con todas las nubes, para que dure siempre y duermas fundido en mi pecho, ser inmortalmente dueño de mi egoísmo tan desigual y mis latidos tan tuyos.

Te vi, y nos empapamos de vino, dejándonos morir en años, en siglos, para que nuestras mejillas se enreden entre las ventanas de Romeo y sueñen con los jueves donde oímos nuestra distancia, que prohíbe el suspiro de cualquiera de nuestras pupilas y el perfume de un comienzo escrito, donde yo existo y tu huyes.

martes, julio 17, 2007

T-I-E-M-P-O E-X-I-S-T-E



En desacuerdo con tu teoría..
El tiempo existe, si,
Tiempo desde la forma de caminar de mis besos hacia los tuyos
Y la sensualidad en que se deslizan
Len
ta
men
te
Giran y se desbordan sobre la piel, sin pertenecer al juego del error.
Dulces, por amasar los segundos en que se dejan besar
Tiempo existe, si
Por nuestras miradas que distraen a dios de vigilar cuando se humedecen los corazones
Que adornan abrazos y reemplazan secretos
Secretos, que embriagan el vuelo de nuestras alas
Y beben hasta morir sobre las huellas gemelas del alma
El tiempo existe, si
Porque pinta de luto las lágrimas
Para que se pierdan donde no anda el sol
Y se apaguen entre tantas rutas sospechadas
Persiguiendo fantasmas…
Tiempo existe, si
Cuando mojan de pánico a la angustia
Que tarda segundos en secarse y olvidar
Tiempo existe, si
Porque se deja enamorar por dudas mas culpables que impregnadas
Porque tiñe de voces a tantas soledades, llenas de escombro
Pues ahí solían divertirse los corazones, en los muelles, en las nubes, en los cantos
(Se los lleva…)
Tiempo existe, sí
Ahí, donde se presentan los cuerpos y se peinan los deseos
Se revuelven las palabras con los labios
El tiempo existe,
Siempre que pasa, no nos ve.